La tensión entre Andrés y Gabriel no hace más que crecer. Ver cómo su primo se ha ganado el cariño de Julia le resulta difícil de digerir y, en un intento por reafirmar su posición, Andrés le propone a su sobrina pasar la tarde juntos.
Sin embargo, sus planes se vienen abajo cuando se da cuenta de que debe gestionar el problema del suministro de la esencia de lirios. Un problema que, dicho sea de paso, no pinta nada bien. Aprovechando la ocasión, Gabriel vuelve a la carga y se lleva a la niña de paseo. Al volver, ambos traen flores para Begoña. Es entonces cuando Andrés se da cuenta de que su primo le está arrebatando a las personas que más quiere sin que él pueda hacer algo para evitarlo.
Mientras tanto, Luis intenta convencer a Cristina de que reconsidere su decisión de marcharse. Aunque haya llegado a la colonia por los motivos equivocados, es innegable que tiene talento para la profesión y sería una pena que lo desaprovechara. ¿Cambiará de opinión?
Por otro lado, Gaspar y Manuela se proponen levantar el ánimo de Raúl. Para ello, pretenden organizar un torneo de dominó en la cantina. Al principio, Claudia se ofrece a ser la pareja de Raúl en el juego, pero pronto se da cuenta de que tenerlo cerca le provoca más dolor que otra cosa. Pensando en su bienestar, decide dejar plantados a todos en la cantina. Manuela, por su parte, teme que su sobrina esté cometiendo los mismos errores que ella al cerrarse al amor.
En otro frente, don Pedro se muestra impaciente por la falta de resultados de Pelayo. Hace tiempo le pidió que investigara a Gabriel, pero el político todavía no ha cumplido con su palabra. Así las cosas, al empresario no le queda otra que recordarle a su aliado que le debe un favor y que es el momento de que se ponga las pilas.
En otro punto de la colonia, Gema queda fascinada con las fotos que Fina le ha hecho a Teo y no duda en compartir su entusiasmo. Marta también se queda embelesada con el talento de su novia. Y no solo eso, ver las imágenes del pequeño despiertan en ella una sensación de añoranza sobre lo que pudo haber sido y no fue.
Para terminar, después de pasar una velada muy entretenida jugando al dominó, Manuela toma una decisión importante con respecto a su relación con Gaspar. Está lista para intimar con él.
La tensión entre Andrés y Gabriel no hace más que crecer. Ver cómo su primo se ha ganado el cariño de Julia le resulta difícil de digerir y, en un intento por reafirmar su posición, Andrés le propone a su sobrina pasar la tarde juntos.
Sin embargo, sus planes se vienen abajo cuando se da cuenta de que debe gestionar el problema del suministro de la esencia de lirios. Un problema que, dicho sea de paso, no pinta nada bien. Aprovechando la ocasión, Gabriel vuelve a la carga y se lleva a la niña de paseo. Al volver, ambos traen flores para Begoña. Es entonces cuando Andrés se da cuenta de que su primo le está arrebatando a las personas que más quiere sin que él pueda hacer algo para evitarlo.
Mientras tanto, Luis intenta convencer a Cristina de que reconsidere su decisión de marcharse. Aunque haya llegado a la colonia por los motivos equivocados, es innegable que tiene talento para la profesión y sería una pena que lo desaprovechara. ¿Cambiará de opinión?
Por otro lado, Gaspar y Manuela se proponen levantar el ánimo de Raúl. Para ello, pretenden organizar un torneo de dominó en la cantina. Al principio, Claudia se ofrece a ser la pareja de Raúl en el juego, pero pronto se da cuenta de que tenerlo cerca le provoca más dolor que otra cosa. Pensando en su bienestar, decide dejar plantados a todos en la cantina. Manuela, por su parte, teme que su sobrina esté cometiendo los mismos errores que ella al cerrarse al amor.
En otro frente, don Pedro se muestra impaciente por la falta de resultados de Pelayo. Hace tiempo le pidió que investigara a Gabriel, pero el político todavía no ha cumplido con su palabra. Así las cosas, al empresario no le queda otra que recordarle a su aliado que le debe un favor y que es el momento de que se ponga las pilas.
En otro punto de la colonia, Gema queda fascinada con las fotos que Fina le ha hecho a Teo y no duda en compartir su entusiasmo. Marta también se queda embelesada con el talento de su novia. Y no solo eso, ver las imágenes del pequeño despiertan en ella una sensación de añoranza sobre lo que pudo haber sido y no fue.
Para terminar, después de pasar una velada muy entretenida jugando al dominó, Manuela toma una decisión importante con respecto a su relación con Gaspar. Está lista para intimar con él.
La tensión entre Andrés y Gabriel no hace más que crecer. Ver cómo su primo se ha ganado el cariño de Julia le resulta difícil de digerir y, en un intento por reafirmar su posición, Andrés le propone a su sobrina pasar la tarde juntos.
Sin embargo, sus planes se vienen abajo cuando se da cuenta de que debe gestionar el problema del suministro de la esencia de lirios. Un problema que, dicho sea de paso, no pinta nada bien. Aprovechando la ocasión, Gabriel vuelve a la carga y se lleva a la niña de paseo. Al volver, ambos traen flores para Begoña. Es entonces cuando Andrés se da cuenta de que su primo le está arrebatando a las personas que más quiere sin que él pueda hacer algo para evitarlo.
Mientras tanto, Luis intenta convencer a Cristina de que reconsidere su decisión de marcharse. Aunque haya llegado a la colonia por los motivos equivocados, es innegable que tiene talento para la profesión y sería una pena que lo desaprovechara. ¿Cambiará de opinión?
Por otro lado, Gaspar y Manuela se proponen levantar el ánimo de Raúl. Para ello, pretenden organizar un torneo de dominó en la cantina. Al principio, Claudia se ofrece a ser la pareja de Raúl en el juego, pero pronto se da cuenta de que tenerlo cerca le provoca más dolor que otra cosa. Pensando en su bienestar, decide dejar plantados a todos en la cantina. Manuela, por su parte, teme que su sobrina esté cometiendo los mismos errores que ella al cerrarse al amor.
En otro frente, don Pedro se muestra impaciente por la falta de resultados de Pelayo. Hace tiempo le pidió que investigara a Gabriel, pero el político todavía no ha cumplido con su palabra. Así las cosas, al empresario no le queda otra que recordarle a su aliado que le debe un favor y que es el momento de que se ponga las pilas.
En otro punto de la colonia, Gema queda fascinada con las fotos que Fina le ha hecho a Teo y no duda en compartir su entusiasmo. Marta también se queda embelesada con el talento de su novia. Y no solo eso, ver las imágenes del pequeño despiertan en ella una sensación de añoranza sobre lo que pudo haber sido y no fue.
Para terminar, después de pasar una velada muy entretenida jugando al dominó, Manuela toma una decisión importante con respecto a su relación con Gaspar. Está lista para intimar con él.
La tensión entre Andrés y Gabriel no hace más que crecer. Ver cómo su primo se ha ganado el cariño de Julia le resulta difícil de digerir y, en un intento por reafirmar su posición, Andrés le propone a su sobrina pasar la tarde juntos.
Sin embargo, sus planes se vienen abajo cuando se da cuenta de que debe gestionar el problema del suministro de la esencia de lirios. Un problema que, dicho sea de paso, no pinta nada bien. Aprovechando la ocasión, Gabriel vuelve a la carga y se lleva a la niña de paseo. Al volver, ambos traen flores para Begoña. Es entonces cuando Andrés se da cuenta de que su primo le está arrebatando a las personas que más quiere sin que él pueda hacer algo para evitarlo.
Mientras tanto, Luis intenta convencer a Cristina de que reconsidere su decisión de marcharse. Aunque haya llegado a la colonia por los motivos equivocados, es innegable que tiene talento para la profesión y sería una pena que lo desaprovechara. ¿Cambiará de opinión?
Por otro lado, Gaspar y Manuela se proponen levantar el ánimo de Raúl. Para ello, pretenden organizar un torneo de dominó en la cantina. Al principio, Claudia se ofrece a ser la pareja de Raúl en el juego, pero pronto se da cuenta de que tenerlo cerca le provoca más dolor que otra cosa. Pensando en su bienestar, decide dejar plantados a todos en la cantina. Manuela, por su parte, teme que su sobrina esté cometiendo los mismos errores que ella al cerrarse al amor.
En otro frente, don Pedro se muestra impaciente por la falta de resultados de Pelayo. Hace tiempo le pidió que investigara a Gabriel, pero el político todavía no ha cumplido con su palabra. Así las cosas, al empresario no le queda otra que recordarle a su aliado que le debe un favor y que es el momento de que se ponga las pilas.
En otro punto de la colonia, Gema queda fascinada con las fotos que Fina le ha hecho a Teo y no duda en compartir su entusiasmo. Marta también se queda embelesada con el talento de su novia. Y no solo eso, ver las imágenes del pequeño despiertan en ella una sensación de añoranza sobre lo que pudo haber sido y no fue.
Para terminar, después de pasar una velada muy entretenida jugando al dominó, Manuela toma una decisión importante con respecto a su relación con Gaspar. Está lista para intimar con él.