La llegada de Ana sacude por completo la planta de servicio, convirtiéndose en un auténtico terremoto para quienes trabajan en el palacio.
Ricardo es el más afectado, atrapado entre el pasado que ha intentado enterrar y la inesperada aparición de su esposa, quien viene dispuesta a enfrentarlo.
Sin embargo, Pía tampoco queda al margen del impacto de su llegada. Aunque ha intentado mantenerse fuerte, la situación la afecta profundamente, generando nuevas tensiones en el ambiente.
Mientras tanto, Jana descubre algo q
A pesar de haberse ganado un lugar en la planta noble, sigue sintiéndose marginada en temas cruciales para el futuro del palacio. Sin embargo, lejos de desanimarse, busca otras formas de ayudar, convencida de que su opinión y sus conocimientos pueden marcar la diferencia.
En la cocina, la escasez de recursos se hace cada vez más evidente. Con cada comida, los cocineros enfrentan el desafío de hacer rendir los pocos alimentos disponibles, tratando de mitigar el hambre del servicio.
La situación es insostenible, y todos en La Promesa son conscientes de que, si no se toman medidas pronto, la crisis podría agravarse aún más.
Al mismo tiempo, Jana no pierde el foco en su otro gran propósito: los secretos que quedan por descubrir de la habitación oculta de La Promesa.