Desde que el pasado mes de mayo la serie sufriera un salto temporal en el que el palacio de La Promesa había cambiado por completo y
Manuel y Curro se habían marchado a la guerra, la distancia se había hecho protagonista en la relación amorosa de nuestra pareja favorita.
Primero fue la guerra, y más tarde la visita de la doncella a la cueva donde Pía permanece oculta de Gregorio. La marcha de Jana coincidió
con el regreso de Manuel y nos privaron de un reencuentro que llevamos dos meses esperando. Pero al fin se ha producido y hemos podido verlos juntos de nuevo. ¿Quieres saber cómo ha sido el romántico encuentro? ¡Te lo contamos!
Después de meses sin verse y sin tener apenas noticias uno del otro, los besos y abrazos han sido los protagonistas en este primer encuentro a solas que han tenido Jana y Manuel. Desde que la doncella volviera de la cueva de Pía ya se habían visto, pero los marqueses también estaban presentes. En esa ocasión, el heredero de los Luján dedicó unas bonitas palabras a su madre que en realidad iban dirigidas para Jana: “Me gusta verla con una sonrisa en el rostro, así es como la recordaba todos estos días en la guerra. A todas horas, todos los días, incluso en los peores momentos lo que me daba ánimos era acordarme de su sonrisa”.
Ya cuando Jana ha descubierto que el señorito tiene un nuevo estudio dentro del palacio, esta no ha dudado en presentarse allí para verle. “Me cuesta creer que estés vivo. Pensaba que no te volvería a ver y que te habían matado en esa guerra”, le dice tras el efusivo y romántico reencuentro. “Yo entretenía los días en las trincheras pensando continuamente en ti”, le confiesa Manuel.
Entonces, la pareja se pone al día. Jana le cuenta que estaba trabajando constantemente porque prefería mantener la cabeza ocupada, y que ahora solo tiene que pensar que estamos juntos, que vas a poder descansar y estar tranquilo. Claro, que la tranquilidad en La Promesa brilla por su ausencia, y Manuel repasa todos los acontecimientos que han ocurrido en su ausencia: el supuesto envenenamiento de Ayala, que Catalina vive en su hangar, o la muerte de Pía.